jueves, 23 de agosto de 2012

La sombra de un burro - Esopo

Sin intenciones de abandonar por mucho tiempo el blog, aquí un pequeño cuento que ha sido de mi enorme agrado. Sirve que me hago de más tiempo para escribir la ideas que me rondan la mente.

Demóstenes, el orador, en una ocasión en la que los atenienses le quitaron la palabra en la asamblea, alegó que sólo quería decir dos palabras y, cuando guardaron todos silencio, dijo: 
Un joven alquiló en verano un burro para ir desde la ciudad hasta Megara. En el centro del día, cuando el sol calentaba con más fuerza, tanto el alquilador como el propietario quisieron ponerse a su sombra. Cada uno intentó entonces impedírselo al otro, sosteniendo el propietario que había alquilado al burro, no su sombra, y manteniendo el alquilador que tenía plenos poderes sobre el animal.
Dicho esto, se retiró Demóstenes. Y cuando los atenienses lo retuvieron instándole a que cantara el resto de la historia, dijo:
¿De modo que queréis oírme hablar de la sombra de un burro y, en cambio, cuando os hablo de asuntos importantes, no queréis escucharme?
Dejo a su libre albedrío interpretar este cuento.
Cuentos de sombras, 1 ed. de José María Parreño.